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mycelium phone

juniin x sapien

July 27, 2022

‘‘Mycelium Phone’’ fue la exhibición experimental que se presentó el 9 de abril en Juniin (Guayaquil, Ecuador). Junto a Sapien (Kansas, Estados Unidos) se creo un intercambio de obras entre cuatro artistas residentes de Ecuador y Kansas. La exhibición fue conectada digitalmente por un livestream entre las galerías y sus asistentes durante la apertura.

Las obras presentadas fueron de Hadley Clark en colaboración con Katerina Annunziato, Hope-Lian en colaboración con María Victoria Suárez, Andrew Ordoñez en colaboración con David Cevallos y RJ Junger en colaboración con Libbi Ponce.

notas compartidas

miriamne marlowe (sapien)

juan felipe paredes (juniin)

Esta exposición es un esfuerzo colaborativo, estructurado y creado a través de medios tecnológicos, que representa dos facetas: la dualidad que existe entre las conexiones formadas de maneras naturales y aquellas que nacieron sobre el internet y sus adaptaciones.

La muestra y nuestra mera capacidad de trabajar con artistas y creativxs empezó acercándonos en plataformas de redes sociales, llamando a aerolíneas, entrando a salas de zoom y aferrándonos, entusiasmadxs, a la constante compañía que se ha convertido el acompañamiento de nuestros teléfonos.  La complejidad de todo se enraíza en la manera en la que el sentido comunitario fue impulsado a través de más de una faceta integral de las comunicaciones globales, tanto orgánicas como inorgánicas. Evolucionó a través de nuevas, desconocidas e inusuales experiencias. La sensación de la humedad ecuatoriana y la vista desde el balcón de Juniin, donde los murciélagos sobrevolaban el manto oscuro de la noche. Tragos entre risas compartidas con artistas que nunca pensé que necesitaría conocer y conectar.

Hospedar a RJ y Miriamne durante su estadía en el Ecuador desplegó un repertorio de ideas que no pudieron ver la luz del día hasta que empezamos a conversar. Se sentía como si un pigmento extremadamente cargado finalmente caía sobre la superficie adecuada, creando caminos que nunca imaginé existían. Creativa, afectiva y filosóficamente, se sentía como una sintonía distinta en los teléfonos. Como artistas en lo que la gente tiende a llamar esferas menores del arte, hemos visto cómo la experimentación es descrita laxamente como algo que solamente es permitido durante la juventud, en condición de emergentes o en la búsqueda por una orientación; de alguna manera, un espacio liminal. Al acercarme al ejercicio de la curaduría, noté que la experimentación se entiende como un pasaje, un estado intermediario en donde el flujo de transporte resulta en productos que enceguecen y objetos sin forma. Creo que es por esto que la idea de las fronteras nos da una ilusión de control sobre lo que tenemos, lo que somos y lo que se espera de nuestro trabajo; sin embargo, terminamos negando las posibilidades que provee el fracaso, las ruinas y los escombros.

Hubo muchos momentos durante mi experiencia en Ecuador en donde me sentía inorgánica: una consecuencia de la extensión global que no controlamos completamente. Momentos en donde pensaba entre mí, RJ y yo simplemente no deberíamos estar aquí, se siente como si fuésemos parte de un desequilibrio geográfico de alguna naturaleza. El internet y su inmediatez junto con nuestra capacidad de viajar a donde sea que queramos en el clima actual se siente innatural. Incluso estando rodeada de fascinantes plantas amazónicas, incluso cuando estaba en el tope de mi inspiración. En ocasiones sentía que simplemente me habían cortado y pegado en una nueva comunidad geográfica. Lo que entendía como conexiones naturales y normales serían solo una consecuencia de los sistemas de comunicación, usualmente separados del crecimiento de los micelios que conectan y permiten a secciones geográficas particulares de bosques comunicarse entre ellas. Creo que aquellos sentimientos se enraízan en un miedo a la tecnología, que evoluciona a velocidades inimaginables sin dejar espacio para la calma, únicamente ofreciendo medios de adaptabilidad.

Comúnmente, lo local (y lo sesgado que puede llegar a ser ese término) es un espacio en el que nos encontramos en una situación de comodidad, la idea de las condiciones adecuadas en las que el arte debe ser producido es un grupo de ideales de cómo nuestros espacios se deben ver, cómo deben funcionar y cuál es el propósito de nuestra labor. Algo en lo que la teoría crítica y los estudios comparativos son buenos es en permitirnos ver a nuestros espacios de trabajo como amplias mesas en donde juntamos varios sujetos del conocimiento para imaginar las posibilidades de sus coaliciones. Entiendo las relaciones humanas contemporáneas como una suerte de hyperconexiones que cargamos como herramientas o como bagajes. He visto que palabras como periferia, underground y términos relacionados al reino fungi han sido ligados a estas conexiones, pero siento que su propósito es hacerlas evidentes, algo que sabemos que existe y, por ende, que controlamos. Trae las fantasías a la realidad solamente nos aliena del cálido abrazo que es la fascinación (una fuerza creativa, al final del día).

Creo que de eso se trata esta exposición: adaptabilidad. Acercarnos a conexiones nuevas y desconocidas, confiando en las capacidades creativas de extrañxs fuera de nuestros círculos creativos. Al hacer esto, expandimos lo que significa ser parte de las comunidades artísticas, porque puede ser mucho más que simplemente los límites de una ciudad o las fronteras de un país, comúnmente utilizadas como etiquetas definitivas para grupos internos y externos. Puede significar adaptabilidad rápida, validación creativa acelerada y nuevas oportunidades para conversaciones expandidas sobre intereses comunes.

Creo que de eso se trata esta exposición: adaptabilidad. Acercarnos a conexiones nuevas y desconocidas, confiando en las capacidades creativas de extrañxs fuera de nuestros círculos creativos. Al hacer esto, expandimos lo que significa ser parte de las comunidades artísticas, porque puede ser mucho más que simplemente los límites de una ciudad o las fronteras de un país, comúnmente utilizadas como etiquetas definitivas para grupos internos y externos. Puede significar adaptabilidad rápida, validación creativa acelerada y nuevas oportunidades para conversaciones expandidas sobre intereses comunes.

Me gusta pensar esta exposición, en ambas galerías, como un ejemplo físico de los míticos usos del internet. A pesar de que puede ser incómodo, o simplemente desconocido, también sirve como una desembocadura. Algo aparentemente innatural, utilizado para fomentar inherentes deseos orgánicos. Un desagüe cultivado, incluso si desconocemos la entereza de su potencial.