‘‘Un silencio que se esconde en la lengua’’ es la exhibición de Andrea Moreira, Julio Candell y Josué Ayala curada por Laura Nivela que se presentó en Letrán Estudio de Arte. Esta muestra estuvo disponible desde el 16 de septiembre hasta el 30 del mismo mes.
Estamos en un encuentro de tres artistas visuales, Josué Ayala, Andrea Moreira y Julio Candell, que dialogan con ironía e implacable honestidad sobre el trauma (que en griego significa herida), el silencio, las pesadillas, la memoria y la muerte mediante sus obras pictóricas e instalaciones multimedia. Según el texto Blancas Inquietudes de Georges Didi-Huberman, dicha herida “es un tormento, un síntoma más o menos doloroso que viene a atravesar, a inquietar, el ejercicio normal de una actividad cualquiera.”
Retomando la acción del dedo de Didi-Huberman, considero que cada una de las obras reconoce que “es preciso para ver, para saber y testimoniar, poner el dedo en la herida, es decir reabrir la herida, despertar el dolor, profanar lo intocable” con la intención de mostrar un “montaje de silencios” Teniendo en cuenta que “un silencio aparece a menudo en medio de la palabra que atestigua. Un silencio lleva a menudo (…) la intensidad misma de lo que se dice.”
Esta curaduría se gesta desde la búsqueda de obras que se chocan con los extremos del grito, la antropofagia de las técnicas clásicas, el uso de materiales atípicos, desarrollo de personajes y narrativas retorcidas y atormentadas en sus propias gesticulaciones. De la mano del arte contemporáneo y la transdisciplinariedad, las obras que verán a continuación son diversas voces dentro de un poema que deciden traspasar las máscaras del día a día supurando sobre las paredes y frente a nuestra mirada para incomodarnos y generar debate, pero también un alivio.
En este dialogo, se parte desde la herida como un abismo donde nuestros dedos y miradas inquietas atisban una cotidianidad superficial y desean alterarla/roerla para contemplarla en su putrefacción. Esta muestra nos invita a mantener la mirada y a sensibilizarnos con nuestros propios miedos y pesadillas, nos reta a acercarnos cada vez más para observar a detalle cada susurro y alucinación. Nos abraza en el dolor y en el verbo de la mirada.
Laura Nivela (Venus)
2022