‘‘Survey’’ es la exhibición de Juan Carlos Vargas curada por Zayra Ninoska que se presentó en el Museo Municipal de Guayaquil. Esta muestra estuvo disponible desde el 8 de noviembre hasta el 19 del mismo mes.
Desde el sur, escapa a la superficie una aglomeración de intuiciones que ansían descubrirse en la imagen certera. Es necesario una mirada que repase la situación, los personajes con sus ruinas, y todo lo torcido que les compete antes de que la policía de lo circunstancial incaute el orden natural de los sucesos. Rimas de fuego y de barrio resuenan en el mate rondando antiguos escenarios. Sólo la ilusión de la búsqueda hace visibles las condiciones del arte y los implicados en el proceso que devela la historia profunda, el contexto real de la vida abandonada al margen.
Un recuerdo noventero —con la música intacta — como la fuerza de un derechazo, podría abatir el pasado, minado. Es la casa un lugar de asaltos, la calle un catalizador de lo primero. El papel, ensamble donde subyacen modelos de antigüedad clásica, un trasfondo decadente supeditado a nuevas voluntades a través de la pintura como oficio vertedero.
De portadas y otras páginas, de ciertos dilemas (seleccionados) entre líneas, de espacios allanados dónde antes hubo fotografías familiares, ahora, esforzándose por hallar un modo de convivir en los posibles cimientos. Allí donde llueven golpes sin saber de dónde están cayendo, aparece (como algo incierto) un pesado boxeador con ganas de averiguarlo, y todo podría afirmarse en el sueño de un knockout y la sorpresa de no atisbar el siguiente asalto.
A la vuelta, otro encuentro recio con la basura, otra vez se ha caído la puerta, seguido de un enfrentamiento interno, paterno. Las capas de pintura se quebraron a lo largo de las siluetas que cubrían, pasado cierto tiempo, aquel encubrimiento revela detrás de sí, un relato ausente. De este encuentro entre la memoria más vieja y nuevos acontecimientos, un jab en el corazón para lograr conciliar lo inconciliable en lugares inesperados.
Rodeados de autores implícitos, bordeamos dudas que al mismo tiempo advierten lo que una sucesión de formaciones artísticas ignora; no se trata de una ciudad utópica, opulenta, fantaseada en matices, ni de gustos estéticos dominantes, es lo opuesto; son líos dónde radica un apellido de color, el deambular de un relato outsider, el manifiesto de lo malo donde arremete la presencia se muestra a sí mismo tras la consecuencia de seriales raptos ¡pum pum pum! Survey.
Bonus track: Y si esa dimensión se torna potencialmente infinita, serán los ojos de tu naturaleza engendrada quienes empujen a encontrar un camino en la pampa espesa y obscura de la negra noche.
Zayra Ninoska
