N24 Galería de Arte presenta la exhibicion “Deslumbrante oscuridad”, de la artista Sofía Acosta-Varea, donde nos transporta a un mundo en el que las piedras cobran vida y revelan su ancestral conexión con su hijo. A través de una investigación detallada, Sofía explora la desconexión profunda que ha experimentado con su hijo y su búsqueda constante por restablecer ese vínculo perdido.
Esta muestra hizo su apertura el 21 de junio y estará abierta hasta el 7 de julio en los horarios de la galería. Más detalles en las redes de N24 Galería de Arte.
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Una piedra del río Bobonaza está temblando en el cajón de la mesa de noche. Hacer de cuenta que esto no ocurre es tan absurdo cómo creer que existen seres inertes. Nuestra percepción no alcanza a registrar sus ciclos de respiración, pulso, crecimiento o reproducción, pero las piedras tienen una inverosímil relación con el Sol que es millones de años anterior a la nuestra. Todo está siendo atravesado por la radiación. El petróleo es un comprimido de energía solar; restos orgánicos y cuerpos minerales que se integran a la corteza terrestre almacenando cantidades exorbitantes de fuerza radiante. Sofía Acosta-Varea ha surcado esta secuencia caleidoscópica sin que su investigación sobre extractivismo y minería sea esta vez el motor.
Sol tomó dos obsidianas de su colección de piedras intentando establecer a través de ellas una comunicación telepática con su madre, pero el vacío sólo se hacía cada vez más grande. Sofía soñó que cada miligramo de mineral extraído de la Tierra era un milímetro más de distancia entre ellos. Construyó una antena HF buscando en la escucha del Sol Astro una forma de establecer de nuevo alguna conexión con su hijo. Pero los fantasmas del petróleo continuaban atormentándola. Se entregó a la escucha atenta y cuando creyó que estaba sintiendo algo de nuevo, lo único que se manifestó fue otra vez ese vacío. Solo volvía una y otra vez a esa deslumbrante oscuridad de no sentir.
Curaduría: Tatiana Avendaño
Sofía Acosta Varea (Quito, 1988).
Artista visual
Su obra abarca una práctica interdisciplinaria que va desde la instalación, pasando por la intervención de fotografías, archivos, cartografías y testimonios, termina con el uso de la gráfica y el mural. Su trabajo es una apuesta estético-política que, por un lado, cuestiona a las narrativas establecidas de género y, por otro lado, explora una propuesta de arte posextractivista, poniendo en debate las nociones de territorio contemporáneas.
Ha participado en varias exhibiciones individuales y colectivas en distintas galerías independientes dentro y fuera del Ecuador. Entre las que destacan: Paisaje/Territorio Imaginarios de la selva en las artes visuales, curaduría Ana Rosa Valdéz, MAAC – Guayaquil (2019), IDD Indicios de Data, curaduría Juan Carlos León, Quito (2019), Amazon Color, Seúl– Corea (2014), y Esencial, muestra individual, El Conteiner – Quito (2017). Fue curadora en Ordinaria, muestra colectiva que buscaba aquellas interacciones que no han sido legitimadas por ser consideradas domésticas, femeninas u ordinarias, Arte Actual FLACSO (2018). Participó como expositora y tallerista en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (2015). Asimismo, participó como tallerista en Human Rights and Arts, workshop, Harvard University (2018). lustró publicaciones independientes como Decapitado (2016) y Retratos del encierro: Sobrevivientes a las Clínicas de Deshomosexualización (2017). Junto con Adrián Balseca, realizó el proyecto Mirador: visiones sobre el extractivismo (2019), una publicación que consiste en una investigación sobre las distintas memorias visuales de los y las dirigentes campesinos e indígenas que han sido criminalizados desde la entrada de los 6 proyectos mega mineros del Ecuador.
Actualmente forma parte del PES (Programa Educativo Soma), promoción 2020 – 2022. En la Ciudad de México.