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Quemar la tierra

Fabiano Cueva

Rosell Meseguer

2022-10-26
Fabiano Kueva y Rosell Meseguer, Quemar la tierra, afiche promocional, 2022. Cortesía: © MásArte Galería, Quito.

‘‘Quemar la tierra’’ es la exhibición de Fabiano Kueva y Rosell Meseguer curada por Katya Cazar que se presentó en +Arte Galería. Esta muestra estuvo disponible desde el 28 de septiembre hasta el 21 de octubre.

Fabiano Kueva y Rosell Meseguer, Quemar la tierra, vista desde la galería, 2022. Cortesía: © MásArte Galería, Quito.

Quemar la Tierra

Fusión de miradas, actos performáticos de “guardar y atrapar” están presentes en las obras de Rosell Meseguer y Fabiano Kueva.

-Meseguer indaga en una arqueología minera, en la huella milenaria de las capas minerales que cuentan la historia subterránea, en lo acontecido en el centro de la tierra, en sus cenizas.  

Fabiano Kueva y Rosell Meseguer, Quemar la tierra, vista desde la galería, 2022. Cortesía: © MásArte Galería, Quito.

Salpetre Mine y Flora Minerale trascienden la profundidad soterrada de la explotación minera desde un ángulo crítico y, a nivel poético, propone una arqueología de espacios abandonados, de excavaciones que ansían riqueza, cavan y encuentran tesoros. 

El trabajo de Meseguer nos enfrenta a una realidad que no solo habla de elementos científicos, sino de usos intangibles; sus objetos afirman el conocimiento geológico, pero también mencionan su ritualidad; una puesta en escena que deja ver los rastros en la tierra, nuestros pasos, nuestra breve permanencia, nuestro minúsculo devenir frente la inmensidad de la naturaleza.

Fabiano Kueva y Rosell Meseguer, Quemar la tierra, vista desde la galería, 2022. Cortesía: © MásArte Galería; fotografía: Christoph Hirtz, Quito.
Fabiano Kueva y Rosell Meseguer, Quemar la tierra, vista desde la galería, 2022. Cortesía: © MásArte Galería; fotografía: Christoph Hirtz, Quito.

-Kueva remite al fuego que desde siempre es vida; con su potente energía y su ser efímero, el fuego crea y destruye, hace y deshace, abriga y quema; este acto de impresión profunda es hogar y guerra y, en muchas ocasiones históricas, es lo que permite dejar huellas en la memoria. 

En un gesto poético y político, Kueva, quema un texto y deja una impronta, una huella; él deconstruye la primera capa del texto y su lingüística, la deja caer y elabora una marca que denota otra semiótica de lo que fue, emula un pasaje que “alimenta el fuego”.

Fabiano Kueva y Rosell Meseguer, Quemar la tierra, vista desde la galería, 2022. Cortesía: © MásArte Galería; fotografía: Christoph Hirtz, Quito.
Fabiano Kueva y Rosell Meseguer, Quemar la tierra, vista desde la galería, 2022. Cortesía: © MásArte Galería; fotografía: Christoph Hirtz, Quito.

Hay quienes queman la tierra para provocar daño y otros que la queman para sembrar; hay volcanes cuyas erupciones queman todo a su paso, pero también congelan el instante de lo que sucede durante la explosión; esta obra es todo eso, destruye y construye; el emisor performático provoca más de una lectura en el acto mismo de crear; no escribe, ni dibuja… quema, y al hacerlo, archiva en la memoria visual la palabra que viene a tocarnos de distintas maneras.

Fabiano Kueva y Rosell Meseguer, Quemar la tierra, vista desde la galería, 2022. Cortesía: © MásArte Galería; fotografía: Christoph Hirtz, Quito.
Fabiano Kueva y Rosell Meseguer, Quemar la tierra, vista desde la galería, 2022. Cortesía: © MásArte Galería; fotografía: Christoph Hirtz, Quito.

El arte inicia de la elaboración de historias, parte de la presencia real; el arte se erige sobre vestigios y ruinas anteriores; el arte, como gesto permanente de protesta, no olvida.

Katya Cazar